Las FARC-EP quieren entregar el periodista Romeo Langlois a la Cruz Roja, Piedad Córdoba y el gobierno francés
2012-05-13 / La guerrilla de las FARC-EP hizo público este domingo su
deseo de entregar el periodista francés Romeo Langlois a una comisión mixta
entre la Cruz Roja
Internacional, la ex senadora Piedad Córdoba y a un representante del nuevo
gobierno socialdemócrata del presidente Francois Hollande.
En su comunicado,
publicado por la agencia cubana Prensa Latina, la más antigua y mayor
insurgencia de América Latina hizo hincapié el papel de los medios de
comunicación colombiana, ironizando que los mencionados medios caracterizan la
retención del colega francés como un “secuestro”, cuando la realidad, incluso
relatado por los militares presentes en el combate, contaba que el reportero
francés se quitó su chaleco y casco militar después siete horas de combates y
corrió hacia el otro bando en combate, el 15 Frente de las FARC. “Sólo una
visión francamente sesgada puede considerarlo un secuestro”, resume el
comunicado acerca la terminología de los medios gubernamentales.
LA INSURGENCIA TAMBIÉN REGISTRA,
que la necesidad de un debate
sobre el papel del periodista en el conflicto social y armado de casi medio
siglo, ha sido rechazado por el Poder Fáctico en Colombia, en que se incluye
los medios, propiedad de la oligarquía colombiana. No era de esperar otra cosa tampoco,
por que la “libertad de expresión en Colombia ha sido siempre reducida solo a
los grupos y clanes de esa oligarquía cuyos nombres todos lo conocemos; Santos,
Santodomingo, Lulles y Sarmiento.
A continuación el comunicado de la guerrilla:
Declaración Pública del Secretariado del Estado
Mayor Central de las FARC-EP
El caso del periodista
francés Romeo Langlois resulta ideal para develar de manera incontestable el
papel que desempeñan los grandes medios de comunicación en el orden social
impuesto por el gran capital. Antes que informar y promover el pensamiento
libre de la ciudadanía, la gran prensa tergiversa la realidad para convertir en
única verdad la versión de sus patrocinadores.
Por sí sola resulta
reveladora la indignación de los asalariados de la gran prensa, que en los más
groseros términos rechazaron nuestra propuesta de abrir un debate público sobre
la libertad de informar. Al negarse a admitir la discusión estaban tomando
parte en ella, asumiendo la defensa abierta y servíl de los intereses de los
grandes monopolios económicos e informativos.
El pasado 27 de febrero
las FARC-EP comunicamos oficialmente que nunca volveríamos a realizar
retenciones de personas con fines financieros. Aprehender en medio de un
combate a quien en una operación militar viste uniforme del enemigo y lo
acompaña, en nada lesiona nuestro preciso compromiso. Sólo una visión
francamente sesgada puede considerarlo un secuestro.
Cada vez es mayor el número de personal militar
y paramilitar norteamericano o a su servicio que interviene en la guerra civil
colombiana. Los mandos militares se ufanan de usar infiltrados y espías para
propinarnos golpes severos. Es evidente que en casos como este, las FARC-EP
tenemos pleno derecho a detener e investigar, trátese de un nacional o un
extranjero.
Hace escasos dos años,
los periodistas Hollman Morris, Leonardo Acevedo y Camilo Raigoza fueron
arbitrariamente detenidos por el Ejército en el Caquetá, cuando de modo
independiente cubrían la entrega de dos prisioneros de guerra. Vestían de civil
y hasta el Presidente de la
República los acusó de propagandistas de las FARC. La gran
prensa se mostró totalmente indiferente con ellos.
Evidenciada
universalmente la doble moral del círculo del poder y sus voceros mediáticos,
lo que sigue es liberar a Romeo Langlois. En aras de garantizar aún más su vida
e integridad, proponemos entregarlo en un lugar seguro a una comisión integrada
por la Cruz Roja
Internacional, la senadora Piedad Córdoba y un delegado personal del nuevo
Presidente francés Francois Hollande.
Una vez libre, el
periodista Langlois podrá terminar de cumplir con el papel esperado por el
gobierno de Colombia, sus fuerzas militares y los grandes medios. O podrá
permanecer fiel a su conciencia y referir la verdad. Si fuere este el caso,
pueda ser que los mismos que hoy exigen con ardor su libertad inmediata, no
vayan a ensañarse con él hasta destruirlo por completo.
Secretariado
del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas
de Colombia, 12 de mayo de 2012