martes, 27 de noviembre de 2012

Panel de lanzamientos Maestros en Marcha, Bogotá. "Encrucijadas y perspectivas de los diálogos de paz"



Panel de lanzamiento maestros en marcha, Bogotá
“Encrucijadas y perspectivas de los diálogos de paz”
Invitados: Piedad Córdoba, Carlos Lozano, Carlos Mediana Gallego, Horacio Duque
Miércoles 28 de noviembre, 6 pm, ADE Norte (Calle 25A No. 31-30)
El proceso Maestros en Marcha tiene el gusto de invitarlos al panel de lanzamiento de esta propuesta de trabajo pedagógico y político, dirigida a maestros y maestras de colegios y universidades, públicas y privadas.
Presentaremos los Encuentros Territoriales por la paz, una propuesta desde los maestros para la participación social y popular en la solución política al conflicto colombiano.
Las y los esperamos.
MAESTROS EN MARCHA
MANIFIESTO
Bogotá D.C. Septiembre de 2012
El Movimiento Político y Social Marcha Patriótica, es un proyecto en construcción que se propone una sociedad diferente en la que se superen las grandes desigualdades sociales y económicas, se derrote la hegemonía de las minorías oligárquicas y apátridas que durante más de dos siglos han utilizado el terror, la muerte, la corrupción, el clientelismo y todo tipo de artimañas como instrumentos políticos para mantenerse en el poder e imponer un sistema económico para enriquecer a unos pocos, consumir en la miseria a la mayoría de los colombianos y, privilegiar el saqueo de nuestros recursos naturales al mejor estilo de la época de la colonia.
En la actualidad hay más de treinta millones de colombianos que tienen que vivir con menos de seis mil pesos al día, la salud se encuentra sumida en la más profunda crisis y la educación atraviesa iguales condiciones. Todo por cuenta de un régimen que prioriza el gasto en la guerra por encima de la inversión social; por ejemplo, el gobierno nacional invierte algo más de 18 millones de pesos anuales en un soldado para garantizar represión y muerte contra el pueblo, mientras que en el estudio de un joven universitario invierte menos de tres millones de pesos. De la misma manera, el gasto por estudiante en la educación básica es de menos de un millón de pesos, lo cual es inferior a lo que un rico invierte en un mes en educar a su hijo o a lo que gasta el expresidente Uribe en uno de sus caballos de paso.
Los tratados de libre comercio con las grandes potencias extranjeras acabarán en el corto plazo con lo poco de industria que tenemos y terminarán de arruinar el campo colombiano, trayendo como consecuencia mayor desempleo y miseria para nuestro pueblo. Adicional a este panorama de desolación y miseria, este “modelo de desarrollo” está llevando a la destrucción de la naturaleza por cuenta de un capitalismo salvaje y depredador.
La mayoría de los trabajadores, entre ellos los profesores, no cuentan con ningún tipo de garantías. Hoy son muy pocos los que cuentan con estabilidad laboral, seguridad social, pago de primas o de horas extra, derecho a vacaciones remuneradas o a gozar de una pensión.
Por su parte, nuestros campesinos viven en condiciones de atraso y pobreza, acompañadas de terror, muerte, desplazamiento y el despojo de sus tierras para garantizar al gran capital la puesta en marcha de los grandes megaproyectos, como el de la palma africana o el de la locomotora minera.
En contraposición a lo anterior, la Marcha Patriótica es un movimiento en el que confluimos desde todos lo rincones de la patria: trabajadores, campesinos, maestros, estudiantes, desempleados, amas de casa, jóvenes y en general hombres y mujeres que hemos decidido hacer de la movilización del pueblo, el instrumento fundamental de la lucha popular contra este modelo injusto y arrasador.
Los hombres y mujeres que hacemos parte de este movimiento social y político compartimos la idea de que la paz no puede ser otra casa que el resultado de las reformas estructurales, tanto políticas como económicas, que se requieren para superar las grandes desigualdades que hoy padece la sociedad colombiana; entendemos la paz como la profundización de la democracia, concebida ésta como la construcción de poder popular para garantizar que el pueblo sea depositario de su propio futuro. De cara a la oportunidad para la paz que se abre en la coyuntura, es fundamental que el conjunto de la agenda social y política de los sectores populares, sea parte integrante del debate nacional, con vocería propia, para alcanzar la paz con justicia social como única forma de paz duradera, base insustituible de lo que es la solución política al conflicto social, político, económico, ambiental, cultural y armado que exige nuestro país.
Los maestros y maestras de escuelas, colegios y universidades que hacemos parte de Marcha Patriótica, estamos comprometidos con la lucha del pueblo colombiano por la paz; es decir, estamos comprometidos con la conquista de la justicia social y la democracia popular como dos grandes objetivos de la lucha del pueblo colombiano por alanzar la paz. En este sentido, para hacer más eficaz nuestro aporte en esta lucha, las maestras y maestros nos organizamos en MAESTROS EN MARCHA.
Un maestro en marcha es aquel que a partir de su ejemplo diario, su empeño, su coraje y su compromiso con la educación del pueblo le apunta a resolver los problemas. Maestro en marcha es el que desea tener una educación que construya país, que contribuya a su desarrollo, que promueva la autodeterminación de sus propias poblaciones y que niega el sometimiento e intervención de potencias industriales y extranjeras dentro de las dinámicas internas del país. Un maestro en marcha sabe que la independencia, es incompleta, irreal y postergada. Comprende la necesidad de aportarle a una segunda, real y definitiva independencia, con una educación pensada para Colombia y hecha por Colombianos.
Un maestro que marcha lo hace por la esperanza, por la dignidad, por un mañana que se vuelva un hoy. Marcha por el compromiso con la transformación social, por la paz en todos los sentidos de la vida. Marcha por cambiar el mundo malherido y dislocado que le tocó vivir. Marcha porque esta convencido de que la esencia política debe volver a las escuelas. Un maestro marcha porque sabe y necesita encontrarse con otros que tienen las mismas preocupaciones: el salario, el trabajo, los chicos y chicas que intenta comprender y con los que quiere construir cosas diferentes. Maestro que marcha porque consciente o inconscientemente busca solidaridad y apoyo en su lucha de dignificación de su profesión y, porque en lo profundo sabe que marchando, en el estar y en el luchar con otros, podrá rencontrar sentidos para incidir y transformar vidas.
Maestros en marcha quienes intentan dar luces frente a interpretaciones inadecuadas de la realidad, quienes desarrollan pensamiento autónomo pero de carácter colectivo y que aportan herramientas de análisis y síntesis acorde a sus propias condiciones, maestros que conciben la realidad de forma objetiva sin discriminar puntos de vista posibles u emergentes. Maestros que no excluyen por criterios raciales, de género ó de postura política, ideológica o religiosa, maestros que defienden una educación basada en argumentos y en contra de la injusticas cometidas por los opresores. Maestros que están con los marginados y oprimidos, los sin voz, los exiliados de la historia, los vilipendiados y maltratados, maestros que son pueblo.
Maestros comprometidos con la democratización real y efectiva. Un maestro que no traga entero y que por el contrario se pregunta por contenidos, métodos y metodologías, que se inquieta por prácticas, conceptos, aprendizajes y enseñanzas acordes a las necesidades que las comunidades requieren. Un maestro que es capaz de corregir si se equivoca, que toma posturas y decisiones argumentadas y que vuelve a evaluarlas después de tomadas, que sabe escuchar y propone soluciones a los conflictos, por ende, un maestro en marcha asume y construye paz, debate y propone frente a problemáticas fundamentales que afectan el país.
Un maestro llamado a construir un nuevo modelo educativo, que introduzca los aportes de viejos modelos, desde Sócrates hasta Freire, rompe los dogmas para encontrar lo mejor que este mestizaje nos ha dejado, no repudia ningún saber y construye sobre lo construido, cede para lograr consensos pero se mantiene firme ante sus principios. Como maestro en marcha conoce su responsabilidad, sabe que la educación en palabras de Zuleta es un campo de batalla, en donde pocas veces se gana y muchas se pierde, pero son éstas últimas las que renuevan el compromiso del maestro que marcha por una Colombia mejor.
Un maestro que marcha reivindica de manera especial los derechos que comprometen las condiciones materiales de vida y de existencia de la población: el derecho al trabajo, la educación, la salud, la seguridad social, la vivienda, la cultura, la recreación y el deporte. Maestro que marcha es aquel que lucha por la desmercantilización de la educación y reclama la plena responsabilidad del Estado, sin intermediarios, sobre los principios de universalidad, gratuidad y debida atención. Un maestro que marcha denuncia a ese tipo de escuela que disciplina, controla y reproduce discursos hegemónicos y universales inherentes al capitalismo globalizado. Un maestro que marcha combate la descomposición social producida por la deshumanización del capital.
Los maestros en marcha consideramos urgente el fortalecimiento de un sindicalismo clasista que reivindique a la clase trabajadora y confronte el modelo neoliberal de explotación, que no permita la intervención extranjera y defienda la autodeterminación de los pueblos.
Los maestros en marcha queremos que el mundo productivo y del trabajo no desplace los sueños, la sensibilidad y la creatividad, que la escuela no reprima ni castre al individuo. Queremos rescatar al sujeto sensible, al sujeto soñador, al arquitecto de mundos. Los maestros en marcha tenemos el propósito de reconstruir una nueva educación y el reto está en crear e imaginar otras formas de ser, de educar, de vivir. Optar por organizar, pensar y repensar otros mundos posibles en los que los principios básicos sean el respeto entre humanos y el equilibrio con la naturaleza.
Un maestro en marcha se reconoce como intelectual orgánico, que piensa haciendo y transformado realidades y no como simple reproductor instrumentalizado por un modelo de sociedad. Por esto Maestro, Maestra, la invitación es a seguir marchando, estudiando y organizando unidos, pues aún queda mucho camino por andar.
¡Por una educación con carácter popular y de masas que permita soñar y proponer un sistema económico diferente sin explotadores ni explotados¡
¡Por la segunda y definitiva independencia!
¡Porque educar es crear voluntades!
¡Somos MAESTROS EN MARCHA!