El Israel de Latinoamér ica
Por José María Carbonell,
NotiColombia Press
La declaración del presidente
JM Santos en el sentido de que él se “sentía orgulloso de que a Colombia la
llamaran “el Israel de Suramérica””, iba en serio. Más que en serio.
Siempre Santos ha sido de los
más ultra-conservadores de la clase política, así pose de “liberal”. Es de
recordar que era la punta de lanza usada por el imperio para atacar a Chávez,
aún antes de que ese puesto se lo ocupara Uribhitler. Las entrevistas dadas a
la televisión colombiana e internacional demuestra el odio que Santos sentía –y
siente?- por Chávez, que en esa época se vislumbraba como de “izquierda”.
Y es sabido, aún cuando hoy
día son los “mejores amigos” (y le entregan a Santos revolucionarios
colombianos), que Santos odia con toda su retardataria ideología los proyectos
de avanzada, revolucionarios, de Latinoamérica, y en esos procesos todavía
–todavía!- se mete a Chávez. Usando para ello a los militares y, salvo contadas
excepciones, Torrijos, por ejemplo, el militar es la base social en donde se da
silvestre la ideología de extrema derecha, fascistoide.
Ese camino de “Israelización
de Colombia” no es nuevo. Prácticamente lo han seguido todos los presidentes
colombianos y por ello han adelantado la guerra contra el pueblo colombiano. Lo
nuevo es que las fuerzas militares estatales militar va avanzando en
convertirse en un exportador de entrenamiento militar y de narco-paramilitares
(Irak, Afganistán, Honduras, Venezuela) y a través de la industria militar en
suplidor de armas a los países Latinoamericanos.
Colombia asimiló muy bien las
enseñanzas de militares israelíes (Yair Klein, por ejemplo) en el entrenamiento
de los grupos narco-paramilitares y ahora los utilizan –como los usaron desde
los años 80 y los siguen usando aún hoy- como punta de lanza contra la Revolución Bolivariana
por ejemplo (y la agresión continuará con/sin Chávez en la presidencia, que no
en el poder).
Ya hay personal “colombiano” combatiendo como mercenarios en los países arriba mencionados y
Santos y los militares colombianos se vanaglorían por ello, sin ver que serán
igualmente aborrecidos como hoy aborrecen los pueblos al sionismo de Israel,
sionismo que hoy aplica los mismos principios que le aplicó el nazi-fascismo de
Hitler a todos los judíos.
En publicaciones de prensa
burguesa vemos los titulares que países como Chile, el Chile de Piñera, “el ejército chileno solicita al de Colombia
el entrenamiento de pilotos de helicóptero”, pilotos que todos
sabemos son especialistas en lucha contrainsurgente, vale decir, en bombardear
campesinos inermes, indefensos. Por su lado, la industria militar, la cual
fabrica armas con patente de Israel, y “botas antiminas”, y las exportará con
seguridad a otros países, incentivando la carrera armamentista en Latinoamérica.
Artículos completos relacionados:
Agencia EFE |
Mayo 19 de 2012
El comandante del
Ejército de Chile, el general Juan Miguel Fuente-Alba, puso fin hoy a una
visita a Colombia con la solicitud a la misma fuerza de este país andino de
cooperar en la formación de pilotos de helicóptero.
Fuente-Alba formalizó la petición ante el comandante del Ejército de Colombia, el general Sergio Mantilla, con quien mantuvo encuentros bilaterales de trabajo e hizo visitas a varias instalaciones militares en distintas regiones.
"Hemos solicitado la cooperación para la formación de pilotos de helicóptero", dijo el alto oficial chileno en unas declaraciones recogidas porla Agencia
de Noticias del Ejército (ANE) en Bogotá.
El general Fuente-Alba agregó que, por su parte, ofreció a Colombia unos cinco o seis cupos para pasantías en la escuela de alta montaña del Ejército chileno, dos de cuyos miembros conquistaron el viernes la cumbre del monte Everest, de8.848 metros de
altura.
"Esto nos llena de orgullo", apuntó el jefe militar tras advertir de que se trata de los primeros miembros del Ejército de su país que alcanzan esta meta en los 201 años de historia de la institución armada.
Fuente-Alba agregó que el Ejército de Chile se comprometió con Colombia para perfeccionamientos en "ciertas doctrinas de empleo de la fuerza".
Son doctrinas que "nosotros hemos desarrollado un poco antes de lo que podría hacerlo el Ejército de Colimbia, en lo cual ya tenemos algunas visitas y algunos asuntos avanzados que son para nosotros de gran importancia", señaló el militar.
Durante su estancia de cinco días en Colombia, Fuente-Alba visitó las bases de Tolemaida (centro) y Larandia (suroeste), así como otras instalaciones en Bogotá y el norte del país, y recibió de su colega Mantilla la medalla militar "José María Córdoba".
Fuente-Alba formalizó la petición ante el comandante del Ejército de Colombia, el general Sergio Mantilla, con quien mantuvo encuentros bilaterales de trabajo e hizo visitas a varias instalaciones militares en distintas regiones.
"Hemos solicitado la cooperación para la formación de pilotos de helicóptero", dijo el alto oficial chileno en unas declaraciones recogidas por
El general Fuente-Alba agregó que, por su parte, ofreció a Colombia unos cinco o seis cupos para pasantías en la escuela de alta montaña del Ejército chileno, dos de cuyos miembros conquistaron el viernes la cumbre del monte Everest, de
"Esto nos llena de orgullo", apuntó el jefe militar tras advertir de que se trata de los primeros miembros del Ejército de su país que alcanzan esta meta en los 201 años de historia de la institución armada.
Fuente-Alba agregó que el Ejército de Chile se comprometió con Colombia para perfeccionamientos en "ciertas doctrinas de empleo de la fuerza".
Son doctrinas que "nosotros hemos desarrollado un poco antes de lo que podría hacerlo el Ejército de Colimbia, en lo cual ya tenemos algunas visitas y algunos asuntos avanzados que son para nosotros de gran importancia", señaló el militar.
Durante su estancia de cinco días en Colombia, Fuente-Alba visitó las bases de Tolemaida (centro) y Larandia (suroeste), así como otras instalaciones en Bogotá y el norte del país, y recibió de su colega Mantilla la medalla militar "José María Córdoba".
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Colombia
empezará a fabricar botas antiminas para los soldados de país
Caracol |
Abril 30 de 2010
Luego de tres
años de estudios, el Ejército diseñó una bota con propiedades especiales que le
brindan mayor resistencia ante la explosión de minas antipersona.
El teniente Efraín Alfonso Quiroga, perteneciente al Batallón Las Juanas, señalo que el calzado que recibirán los militares soporta las ondas explosivas y acumulación de gases producidas por las minas antipersonales y da protección balística a los pies de los combatientes.
"Evita la mutilación del pie como primera instancia, reduce considerablemente las laceraciones y afectaciones por la metralla del explosivo y aumenta las probabilidades de sobrevivir", dijo el uniformado.
La bota pasará un nuevo periodo de experimentacion y luego será entregada a todos los uniformados.
El teniente Efraín Alfonso Quiroga, perteneciente al Batallón Las Juanas, señalo que el calzado que recibirán los militares soporta las ondas explosivas y acumulación de gases producidas por las minas antipersonales y da protección balística a los pies de los combatientes.
"Evita la mutilación del pie como primera instancia, reduce considerablemente las laceraciones y afectaciones por la metralla del explosivo y aumenta las probabilidades de sobrevivir", dijo el uniformado.
La bota pasará un nuevo periodo de experimentacion y luego será entregada a todos los uniformados.
Patentan el “remedio” contra las minas antipersonales
http://www.dinero.com/ actualidad/nacion/articulo/ patentan-remedio-contra-minas- antipersonales/149670
Foto:
Semana.
La
patente previene los efectos más comunes de las minas como lo son las
amputaciones, mutilaciones genitales, quemaduras y lesiones en músculos y
órganos internos.
La Superindustria otorgó la patente de unas botas resistentes al impacto de las ondas
producidas por las minas antipersonales, las cuales previenen los efectos más
comunes de estas armas como lo son las amputaciones, mutilaciones genitales,
quemaduras y lesiones en músculos y órganos internos.
Así lo anunció durante la
celebración del Día Internacional de la Propiedad Intelectual.
La patente otorgada ha sido denominada por su inventor como:
“Núcleo expulsor de ondas y amortizador de impacto para botas anti-minas”, que
se convierte en uno de los inventos más revolucionarios de los últimos tiempos
teniendo en cuenta que después de Afganistán, Colombia es el segundo país en el
mundo más afectado por la siembra de minas antipersonales.
Esta situación ha dejado desde 1990 hasta el 31 de marzo del presente año, 9.755 víctimas (3.693 civiles y 6.062 militares), de las que han muerto 2.044, incluidos 950 menores de edad.
Asimismo, segúnla ONU
Colombia , se calcula que en el país hay sembrados unos
100.000 artefactos, pese a las campañas de erradicación de los mismos.
“Es de vital importancia para el país el desarrollo de una tecnología que disminuya o evite los daños a la población civil y los miembros de las fuerzas militares que en el cumplimiento de su deber resultan brutalmente afectados por esta letal arma”, indicó el superintendente de Industria y Comercio, José Miguel DeLa Calle.
Agre gó que “sin duda alguna, la solicitud de patente se
surtió con el mayor rigor y de forma exitosa en cumplimiento de todos los pasos
que exige la ley, lo que resulta satisfactorio no solo por tratarse de un
invento de origen nacional, sino además por el alto contenido social que esta
patente tiene”.
¿Cómo fue el proceso?
El proceso de otorgamiento de esta patente siguió el trámite de una solicitud de Patente de Modelo de Utilidad que fue publicada el 19 de julio de 2010 sin que se presentaran oposiciones.
Continuando con el proceso de concesión de patentes se realizó un requerimiento de fondo, en el cual se le comunicaba al solicitante que la invención no cumplía con algunos de los requisitos establecidos enla Decisión 486.
El solicitante dio respuesta al requerimiento superando todos los impedimentos para la concesión de la patente, logrando así que se concedierala Patente según resolución
18452 del 28 de marzo de 2012.
El solicitante vio la necesidad de mejorar las tecnologías existentes de otros países como Estados Unidos, Polonia, Checoeslovaquia, entre otros, porque éstas se concentraban en dar protección a la parte de la suela a través del uso de materiales metálicos y cerámicos configurados de tal manera que eran muy pesados y gruesos, los cuales no permitían la normal movilidad del usuario.
Además cuando la bota recibía el impacto, la energía liberada por la onda explosiva debido a los anteriores diseños planos de la suela, continuaba causando irreparables daños en los huesos, músculos, venas y tendones.
El invento es una solución técnica al problema evidenciado por el inventor, no es solamente una comparación y evaluación de la no existencia de este producto en el mercado, sino que además, esta nueva configuración proporciona una ventaja sobre los productos ya conocidos, como es la versatilidad en el uso ya que el núcleo queda inmerso y fusionado en una bota normal.
Esta situación ha dejado desde 1990 hasta el 31 de marzo del presente año, 9.755 víctimas (3.693 civiles y 6.062 militares), de las que han muerto 2.044, incluidos 950 menores de edad.
Asimismo, según
“Es de vital importancia para el país el desarrollo de una tecnología que disminuya o evite los daños a la población civil y los miembros de las fuerzas militares que en el cumplimiento de su deber resultan brutalmente afectados por esta letal arma”, indicó el superintendente de Industria y Comercio, José Miguel De
Agre
¿Cómo fue el proceso?
El proceso de otorgamiento de esta patente siguió el trámite de una solicitud de Patente de Modelo de Utilidad que fue publicada el 19 de julio de 2010 sin que se presentaran oposiciones.
Continuando con el proceso de concesión de patentes se realizó un requerimiento de fondo, en el cual se le comunicaba al solicitante que la invención no cumplía con algunos de los requisitos establecidos en
El solicitante dio respuesta al requerimiento superando todos los impedimentos para la concesión de la patente, logrando así que se concediera
El solicitante vio la necesidad de mejorar las tecnologías existentes de otros países como Estados Unidos, Polonia, Checoeslovaquia, entre otros, porque éstas se concentraban en dar protección a la parte de la suela a través del uso de materiales metálicos y cerámicos configurados de tal manera que eran muy pesados y gruesos, los cuales no permitían la normal movilidad del usuario.
Además cuando la bota recibía el impacto, la energía liberada por la onda explosiva debido a los anteriores diseños planos de la suela, continuaba causando irreparables daños en los huesos, músculos, venas y tendones.
El invento es una solución técnica al problema evidenciado por el inventor, no es solamente una comparación y evaluación de la no existencia de este producto en el mercado, sino que además, esta nueva configuración proporciona una ventaja sobre los productos ya conocidos, como es la versatilidad en el uso ya que el núcleo queda inmerso y fusionado en una bota normal.
Colombianos que luchan en guerras ajenas
Hace
tres años, cuando tenía 18, Leonardo Fabio Garcés iba todos los días a la
guerra después de asistir al colegio. El arma que más le gustaba era un AK 47
que siempre se echaba a la mano junto a un AUG Especial que lo dejaba para
batallas más largas y misiones de riesgo. No sabe cuántos alcanzó a matar ni
cuántos le mataron. Desde el cómodo sillón de la sala de su casa en Madrid, se
sentaba después de comer y jugaba dos horas con el Call Of Duty, en su X-Box
360. Era un soldado duro. En el ranking llegó a ocupar un lugar destacado. Se
llamaba Goggetta.
En el 2009 fue recibido en las Fuerzas Armadas de España y ya ha estado en misiones en Afganistán, donde hace unos días, murieron dos compañeros y cuatro resultaron heridos. Esa es la otra guerra, la real, en la que las heridas sangran y duelen de verdad.
Cuando se sentaba a jugar a la guerra tuvo muchos amigos, algunos que nunca conoció de verdad, de nombres extraños o apodos como el The Killer 2, Snake, Phantom, el Justiciero. Hoy sus amigos son José Jeison y Kevin, con los que tiene algo en común: ser colombianos y tener menos de menos de 23 años.
Los tres forman parte del contingente de soldados inmigrantes que engrosan las filas del ejército español, de los cuales el 90% es de origen latinoamericano, sobre todo, ecuatorianos, colombianos, bolivianos y argentinos.
Con la última reforma del 2004, el Congreso español admitió que soldados extranjeros pudieran llegar a sus filas.
Leonardo Fabio también coincide con sus amigos en que se han visto más de dos veces la película de Steven Spielberg, Salvar al soldado Ryan. Se la saben de memoria. Recitan los diálogos, conocen al detalle las imágenes... todo. Cuando la vieron por vez primera, -y esto también lo comparten-, sintieron un poco de miedo y tuvieron una idea clara de la vida que estaban dispuestos a llevar: la de soldado.
El pasado verano, tras el entrenamiento básico y preparación para el combate real, a ellos se les hacía que las guerras seguían estando muy lejos, más porque España ha hecho énfasis en que sus misiones en los frentes donde participa con tropas son de carácter humanitario. Pocas veces entran en combate.
Los soldados extranjeros han aportado el 9% de las víctimas españolas en las misiones de este país en el exterior.
La última, la soldado de origen colombiano Niriyeth Pineda Marín, muerta en Afganistán tras el ataque de los talibanes con una bomba al carro de combate en el que viajaba con el sargento Manuel Argudin Perrino, quien también murió y otros seis soldados, entre ellos dos colombianos que resultaron heridos.
“Es verdad, los soldados saben que son plazas muy arriesgadas, pero asimismo pagan mejor y a muchos es lo que les importa porque pueden ayudar a sus familias”, explica Javier García Fernández, director general de Reclutamiento.
“Uno no lo sabe hasta que está en las trincheras y se da cuenta que salir de la base es jugarse la vida porque hay gente dispuesta a morir por hacerte daño. La guerra que hoy se hace es diferente a la de las películas, a los videojuegos, las de hoy son ataques sorpresas, atentados. Es lo que da miedo. La mayoría de soldados muertos en los últimos años han caído en atentados, un enemigo casi que invisible que puede estar en todas partes”, dice Jason. El 8 de julio del 2006 moría el primero de los soldados latinoamericanos enviados al frente, el peruano Jorge Arnaldo Hernández.
El 24 de junio del 2007, seis “cascos azules” dela Finul , tres de ellos de
origen colombiano -Jefferson Vargas Moya, de 21 años; Jackson Castaño Abadía,
de 20 años, y Juan Erickson Posada, de 20 años-, murieron por una explosión al
paso de su vehículo blindado cerca de Jiam, en el sur del Líbano.
El quinto soldado latino muerto fue Stanley Mera Vera, de origen ecuatoriano, fallecido el 24 de septiembre del 2007 en Afganistán, junto al español Germán Pérez Burgos, también en un atentado.
Después perdió la vida John Felipe Romero, de 21 años, colombiano, quien falleció el 1 de febrero del 2010. Luego le seguiría, hace unos días, la soldado de 31 años Niyireth Pineda Marín. Con ella suman 96 militares españoles muertos en Afganistán desde que la misión se desplegó en el 2002.
No hay una cifra exacta de cuántos colombianos pertenecen a las Fuerzas Militares españolas, pero el número ronda los 800 en todas las armas,la
Brigada Paracaidista (Bripac), el Ejército de Tierra, La Naval , etc. “En mi grupo,
cuando nos llevaron la primera vez al batallón en Cáceres -dice Leonardo Fabio
Garcés- de 300 que nos presentamos, quedamos al cabo de un mes unos 150 y de
ellos, 40 éramos colombianos”.
Para que un inmigrante se aliste en el ejército español debe proceder de alguno de los 19 países iberoamericanos, es decir, países con especiales vínculos con España, carecer de antecedentes penales y tener en vigor la tarjeta de residencia.
Leonardo Fabio lleva nueve años en España, los últimos viviendo en Getafe, cerca de Madrid. Allí estudió y se dio cuenta de que lo suyo era el ejército, de eso hace ya dos años. “Siempre me gustó. Estaba pendiente de hacer una carrera militar, así que tan pronto cumplí los 18 años mandé la solicitud al Ministerio de Defensa y me salí de estudiar. Un mes después me llamaron para presentar las pruebas físicas en Madrid, en Atocha.
Quedaron de darme la respuesta en 15 días, pero no me llamaron. El día antes de que venciera el plazo, me fui a Madrid. Y justo ese día llegó la notificación”.
Entró al Batallón Aerotransportable de Infantería Ligera donde hizo los tres meses de adiestramiento. Estuvo cuatro meses en El Líbano y ha estado en Holanda para terminar un curso en guerra urbana, es decir, entrenamiento en modelos de ciudades como las de Afganistán.
“Ha sido un entrenamiento duro, centrado en movimientos urbanos, porque esa es la guerra que nos espera, en medio de edificios y casas. En caso de combate, debemos actuar”. Los soldados españoles en Afganistán llevan un fusil de pasta dura HK G-36, similar al M-16, de menos de un metro de largo, con un cartucho para 30 balas y que pesa unos 6 kilos.
En el 2009 fue recibido en las Fuerzas Armadas de España y ya ha estado en misiones en Afganistán, donde hace unos días, murieron dos compañeros y cuatro resultaron heridos. Esa es la otra guerra, la real, en la que las heridas sangran y duelen de verdad.
Cuando se sentaba a jugar a la guerra tuvo muchos amigos, algunos que nunca conoció de verdad, de nombres extraños o apodos como el The Killer 2, Snake, Phantom, el Justiciero. Hoy sus amigos son José Jeison y Kevin, con los que tiene algo en común: ser colombianos y tener menos de menos de 23 años.
Los tres forman parte del contingente de soldados inmigrantes que engrosan las filas del ejército español, de los cuales el 90% es de origen latinoamericano, sobre todo, ecuatorianos, colombianos, bolivianos y argentinos.
Con la última reforma del 2004, el Congreso español admitió que soldados extranjeros pudieran llegar a sus filas.
Leonardo Fabio también coincide con sus amigos en que se han visto más de dos veces la película de Steven Spielberg, Salvar al soldado Ryan. Se la saben de memoria. Recitan los diálogos, conocen al detalle las imágenes... todo. Cuando la vieron por vez primera, -y esto también lo comparten-, sintieron un poco de miedo y tuvieron una idea clara de la vida que estaban dispuestos a llevar: la de soldado.
El pasado verano, tras el entrenamiento básico y preparación para el combate real, a ellos se les hacía que las guerras seguían estando muy lejos, más porque España ha hecho énfasis en que sus misiones en los frentes donde participa con tropas son de carácter humanitario. Pocas veces entran en combate.
Los soldados extranjeros han aportado el 9% de las víctimas españolas en las misiones de este país en el exterior.
La última, la soldado de origen colombiano Niriyeth Pineda Marín, muerta en Afganistán tras el ataque de los talibanes con una bomba al carro de combate en el que viajaba con el sargento Manuel Argudin Perrino, quien también murió y otros seis soldados, entre ellos dos colombianos que resultaron heridos.
“Es verdad, los soldados saben que son plazas muy arriesgadas, pero asimismo pagan mejor y a muchos es lo que les importa porque pueden ayudar a sus familias”, explica Javier García Fernández, director general de Reclutamiento.
“Uno no lo sabe hasta que está en las trincheras y se da cuenta que salir de la base es jugarse la vida porque hay gente dispuesta a morir por hacerte daño. La guerra que hoy se hace es diferente a la de las películas, a los videojuegos, las de hoy son ataques sorpresas, atentados. Es lo que da miedo. La mayoría de soldados muertos en los últimos años han caído en atentados, un enemigo casi que invisible que puede estar en todas partes”, dice Jason. El 8 de julio del 2006 moría el primero de los soldados latinoamericanos enviados al frente, el peruano Jorge Arnaldo Hernández.
El 24 de junio del 2007, seis “cascos azules” de
El quinto soldado latino muerto fue Stanley Mera Vera, de origen ecuatoriano, fallecido el 24 de septiembre del 2007 en Afganistán, junto al español Germán Pérez Burgos, también en un atentado.
Después perdió la vida John Felipe Romero, de 21 años, colombiano, quien falleció el 1 de febrero del 2010. Luego le seguiría, hace unos días, la soldado de 31 años Niyireth Pineda Marín. Con ella suman 96 militares españoles muertos en Afganistán desde que la misión se desplegó en el 2002.
No hay una cifra exacta de cuántos colombianos pertenecen a las Fuerzas Militares españolas, pero el número ronda los 800 en todas las armas,
Para que un inmigrante se aliste en el ejército español debe proceder de alguno de los 19 países iberoamericanos, es decir, países con especiales vínculos con España, carecer de antecedentes penales y tener en vigor la tarjeta de residencia.
Leonardo Fabio lleva nueve años en España, los últimos viviendo en Getafe, cerca de Madrid. Allí estudió y se dio cuenta de que lo suyo era el ejército, de eso hace ya dos años. “Siempre me gustó. Estaba pendiente de hacer una carrera militar, así que tan pronto cumplí los 18 años mandé la solicitud al Ministerio de Defensa y me salí de estudiar. Un mes después me llamaron para presentar las pruebas físicas en Madrid, en Atocha.
Quedaron de darme la respuesta en 15 días, pero no me llamaron. El día antes de que venciera el plazo, me fui a Madrid. Y justo ese día llegó la notificación”.
Entró al Batallón Aerotransportable de Infantería Ligera donde hizo los tres meses de adiestramiento. Estuvo cuatro meses en El Líbano y ha estado en Holanda para terminar un curso en guerra urbana, es decir, entrenamiento en modelos de ciudades como las de Afganistán.
“Ha sido un entrenamiento duro, centrado en movimientos urbanos, porque esa es la guerra que nos espera, en medio de edificios y casas. En caso de combate, debemos actuar”. Los soldados españoles en Afganistán llevan un fusil de pasta dura HK G-36, similar al M-16, de menos de un metro de largo, con un cartucho para 30 balas y que pesa unos 6 kilos.
Paracaidista
Sebastián
tiene 21 años y siempre quiso entrar al Ejército en Colombia. Dos de sus tíos
son soldados de las Brigadas Móviles de la Contraguerrilla ,
con varios cursos de lanceros y paracaidistas.
Cuando su familia se vino a España, a Bilbao, hace siete años, Sebastián tenía claro que iba a cumplir su sueño. Lo hizo. Es soldado dela
Brigada Paracaidista (Bripac) y en un año logró lo que sus
tíos hicieron en cinco: lanzarse en paracaídas.
“Creo que es lo mejor que me ha pasado -dice desde su cuartel en Murcia- estoy feliz de estar aquí, creo que esto es lo que me gusta. Nunca combatiré contra Colombia, es claro, pero estoy listo para luchar al lado de los otros soldados españoles en cualquier parte del mundo”.
Sebastián llega al cuartel a eso de las 7:00 a.m. y se va a las 5:00 p.m., como si fuera un trabajo cualquiera. Antes vivía en los barracones, pero su familia se fue a Murcia. “Tengo un amigo colombiano- agrega- que lleva cuatro años enla
Bripac y ha combatido en Afganistán. Su motivación es tener
la nacionalidad española y un sueldo de 1.300 euros al mes, ó 6.000, si las
misiones son del alto riesgo”.
Cuando su familia se vino a España, a Bilbao, hace siete años, Sebastián tenía claro que iba a cumplir su sueño. Lo hizo. Es soldado de
“Creo que es lo mejor que me ha pasado -dice desde su cuartel en Murcia- estoy feliz de estar aquí, creo que esto es lo que me gusta. Nunca combatiré contra Colombia, es claro, pero estoy listo para luchar al lado de los otros soldados españoles en cualquier parte del mundo”.
Sebastián llega al cuartel a eso de las 7:00 a.m. y se va a las 5:00 p.m., como si fuera un trabajo cualquiera. Antes vivía en los barracones, pero su familia se fue a Murcia. “Tengo un amigo colombiano- agrega- que lleva cuatro años en
Como todos los demás, se ha
visto tres veces Salvar al soldado Ryan, pero lo que él saca de la película es
otra cosa, que al final es uno el que vuelve. “Y todos quisiéramos ser ese, el
que vuelve”.
Compañía de mercenarios de Estados Unidos entrenó a colombianos para
trabajar en Oriente Medio
La firma
Blackwater será sancionada por brindar sus servicios en Colombia sin
autorización.
http://www.eltiempo.com/ archivo/documento/CMS-7881129
El
"entrenamiento militar a extranjeros de Colombia", una de las
actividades no autorizadas por las que la firma Xe Services (antigua
Blackwater) deberá pagar 42 millones de dólares de multa en EE. UU., se dirigió
a los militares y policías retirados colombianos que viajaron a Afganistán e
Irak a servicios de seguridad.
El jueves, tras el escándalo en Estados Unidos por la multa a la empresa -uno de los grandes jugadores del negocio de la seguridad en todo el mundo y que incluso ha sido señalada como una 'multinacional' de mercenarios- el Ministerio de Defensa descartó oficialmente que esa cartera ola Fuerza Pública
hubiera tenido negocios con Blackwater en el 2005.
Se trata de la misma firma denunciada en Oriente Medio por abusos contra los derechos humanos, en medio de sus actividades como contratista privado del sector Defensa, durante la administración de George W. Bush.
Xe Services, que en el momento del entrenamiento a los colombianos se llamaba Blackwater, llegó a un acuerdo con el Departamento de Estado de los EE. UU. para pagar la millonaria multa a cambio de evitar un proceso judicial, pues realizó actividades sensibles en el extranjero, sin las autorizaciones necesarias.
Además de la instrucción en Colombia, movió armas hacia Afganistán e Irak y entrenó a personal de, al menos, una decena de países sin las licencias. La empresa reconoció que brindó "entrenamiento militar a extranjeros de Colombia y Filipinas entre el 2005 y el 2006", pero solo en el 2008 lo reportó a Washington.
"Los colombianos y filipinos fueron entrenados y desplegados como nacionales de un tercer país para apoyar un contrato con el Departamento de Estado", dice el acuerdo.
EL TIEMPO, que desde el 2006 reveló que los cazadores de mercenarios del mundo estaban rondando por el país, habló con varios de los 'reclutados' para ir a Oriente Medio. Ellos confirmaron que personal que se presentó como de Blackwater los entrenó por varias semanas antes de su viaje, en el 2005, y después.
Tales ejercicios se hicieron en fincas dela Sabana de Bogotá y eran
parte de los cursos exigidos para asegurar un cupo en los equipos que iban a
proteger personajes e instalaciones en Irak y Afganistán.
Blackwater y su gente en Colombia
En agosto del año pasado, una sargento (r.) y otros militares le confirmaron a EL TIEMPO que siguieron las ofertas de varias empresas de seguridad extranjeras para que viajaran a Oriente Medio.
En varios casos, los que hacían los ofrecimientos se presentaron como miembros de Blackwater.
Expertos en temas de seguridad dicen que esas empresas buscan a los ex militares, ex policías y ex Das colombianos por su conocimiento de labores contra grupos armados irregulares.
Además, son mucho más 'baratos' que sus pares extranjeros.
Los colombianos viajaban, por periodos de entre 6 y 18 meses, por salarios hasta de 5.000 dólares mensuales. Muchos de ellos denunciaron que no les cumplieron.
REDACCIÓN JUSTICIA
El jueves, tras el escándalo en Estados Unidos por la multa a la empresa -uno de los grandes jugadores del negocio de la seguridad en todo el mundo y que incluso ha sido señalada como una 'multinacional' de mercenarios- el Ministerio de Defensa descartó oficialmente que esa cartera o
Se trata de la misma firma denunciada en Oriente Medio por abusos contra los derechos humanos, en medio de sus actividades como contratista privado del sector Defensa, durante la administración de George W. Bush.
Xe Services, que en el momento del entrenamiento a los colombianos se llamaba Blackwater, llegó a un acuerdo con el Departamento de Estado de los EE. UU. para pagar la millonaria multa a cambio de evitar un proceso judicial, pues realizó actividades sensibles en el extranjero, sin las autorizaciones necesarias.
Además de la instrucción en Colombia, movió armas hacia Afganistán e Irak y entrenó a personal de, al menos, una decena de países sin las licencias. La empresa reconoció que brindó "entrenamiento militar a extranjeros de Colombia y Filipinas entre el 2005 y el 2006", pero solo en el 2008 lo reportó a Washington.
"Los colombianos y filipinos fueron entrenados y desplegados como nacionales de un tercer país para apoyar un contrato con el Departamento de Estado", dice el acuerdo.
EL TIEMPO, que desde el 2006 reveló que los cazadores de mercenarios del mundo estaban rondando por el país, habló con varios de los 'reclutados' para ir a Oriente Medio. Ellos confirmaron que personal que se presentó como de Blackwater los entrenó por varias semanas antes de su viaje, en el 2005, y después.
Tales ejercicios se hicieron en fincas de
Blackwater y su gente en Colombia
En agosto del año pasado, una sargento (r.) y otros militares le confirmaron a EL TIEMPO que siguieron las ofertas de varias empresas de seguridad extranjeras para que viajaran a Oriente Medio.
En varios casos, los que hacían los ofrecimientos se presentaron como miembros de Blackwater.
Expertos en temas de seguridad dicen que esas empresas buscan a los ex militares, ex policías y ex Das colombianos por su conocimiento de labores contra grupos armados irregulares.
Además, son mucho más 'baratos' que sus pares extranjeros.
Los colombianos viajaban, por periodos de entre 6 y 18 meses, por salarios hasta de 5.000 dólares mensuales. Muchos de ellos denunciaron que no les cumplieron.
REDACCIÓN JUSTICIA
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