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| ¿Comenzó la cacería de bruja en Argentina contra los argentinos que consideran el estado colombiano por terrorista? |
Crónica de un espanto anunciado
Por IngridStorgen y Dick Emanuelsson
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En el día de hoy ardieron los medios
informativos argentinos. Pocas horas antes del arribo del ex presidente Alvaro
Uribe, quien daría una conferencia en el teatro Gran Rex, el más grande de
Buenos Aires, encontraron una bomba activada como para estallar mañana, a las
16:30 horas aproximadamente, en el piso donde el ex presidente ofrecería un
cóctel al que asistirían grandes personalidades internacionales.
Con celeridad impresionante, el juez Oyarbide
acudió al lugar para elaborar el análisis de lo encontrado y listo como para
comenzar su tarea judicial.
A la propia prensa argentina, llamó la atención
la celeridad con que actuó el juez federal, quien aseguró que “con la fortuna
de Dios” había podido evitarse una tragedia, así como prometió llegar al fondo
del asunto para encontrar a los responsables y lo hizo con un notorio patetismo
en la voz recalcando la gravedad del hallazgo, que por cierto lo tiene.
También para mañana y en el marco del repudio
ante la visita del ex mandatario, se programó una manifestación de colombianos
y no colombianos.
Según el diario El Tiempo, de Colombia, existe similitud con el atentado
que sufriera hace unos días el ex ministro Londoño.
El artefacto estaba activado para estallar por
teléfono celular, aunque también tenía un dispositivo para accionarse en caso
de falla del aparato móvil.
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| Una caricatura del Frente Antonio Nariño del comando urbano de las FARC en Bogota, ridiculizando a la derecha militarista, encabezada por Uribe, de ser los verdaderos autores del atentado en contra Fernando Londoño, ex ministro de Justicia y del Interior en el primer gobierno de Uribe, 2002-2003. Tuvo que renunciar por ser demasiado fascista. |
LLAMA LA ATENCIÓN,
AUNQUE NO a la
prensa argentina sino a la alternativa, que esto viene a suceder cuando
aún tenemos en la memoria reciente la nota que el embajador de Colombia en
Argentina enviara a los colombianos y colombianas en el país, en la que los
exhortaba a “la importancia de informar sobre cualquier actividad que pudieran
constituir propaganda o publicidad de los grupos de narcotráfico o terrorismo
que operan en Colombia” [Sic!].
Continuaba la carta fechada el 8 de enero de
2009 (que era 2010, la embajada ni sabe colocar el año correcto), firmada por
el embajador Alvaro García Jiménez, ex director de RCN-TV, con los siguientes
conceptos: “estos grupos pretenden desarrollar una estrategia internacional
de promoción, con lo cual es importante contar con información oportuna”.
Terminaba la nota con un cálido saludo y deseos
de felicidad para el año 2010, que por supuesto tenía alcance para los futuros
“sapos” o buchones como se los denomina en Argentina a los informantes.
NO DEJAN DE COMPARAR este atentado trunco, con los de la AMIA y la embajada de Israel en Argentina y
hasta hacen elucubraciones recordando la
tragedia de la puerta 12.
De hecho la prensa argentina ya “casi tiene a
los responsables identificados”, fácil es imaginar dónde recaen las culpas
–para ellos- en estos momentos.
Culpas que, por supuesto, hará falta corroborar
con mucha precisión y sobre todo, con justicia y con la misma celeridad con que
evidentemente hoy está actuando la justicia federal.
Porque ya estamos hartos de demonios que no son
tales y de Santos que no son sino enviados del infierno…
* Hoy TV-Colombia, cambio debido por que algunos críticos
insistia decir “Radio Castaño Nacional”, referiéndose al ex jefe paramilitar
Carlos Castaño. En el mismo canal de TV trabaja Claudia Gurrisatti. Los
estudiantes de la Universidad Nacional
en Bogota también se refería a ella y los paramilitares acusandola de ser “Un
paramilitar con micrófono”. Su asistente, la jefa de Investigación del programa
“RCN de Noche”, Harriet Hidalgo, escribía poemas de amor al jefe
de los Escuadrones de la
Muerte (AUC), Carlos Castaño, responsable, según la
fiscalía colombiana, de haber dado orden de asesinar a
150.000 colombianos.
