Romeo Langlois con buen ánimo y con el "daño profesional"; no quedarse quieto antes los sucesos en el alrededor. |
Las FARC entregaron en buen estado al periodista francés
Prosigue el conflicto armado en Colombia
POR EMILIO MARÍN
Tomado de La Arena,
Argentina
La guerrilla colombiana cumplió su palabra y
entregó en buen estado de salud al periodista francés. Ahora le tocaría al presidente
Santos informar cómo viven los miles de presos políticos, entre ellos algunos periodistas.
Ayer 30 de mayo no
fue un buen día para el presidente Juan Manuel Santos. Hubo tres noticias que afectaron
a su política antiinsurgente, que según su visión marcharía viento en popaEl primer
contraste: llegó a la Plaza
Bolívar, en Bogotá, una marcha de maestros de escuelas públicas,
trabajadores estatales y del gremio de bicitaxistas, con sus reclamos. “Los representantes
de Fecode reclaman que el gobierno no ha solucionado sus peticiones para mejorar
las condiciones laborales de los docentes de colegios oficiales”, reseñaba el oligárquico
diario El Tiempo.
La otra adversidad
presidencial se conoció también el miércoles 30. La Federación Internacional
de Derechos Humanos pidió a la
Corte Penal Internacional (CPI) una investigación contra los altos
mandos del Ejército colombiano responsables de las ejecuciones de civiles entre
2002 y 2008. En ese lapso gobernaba Álvaro Uribe, pero allí Santos desempeñó funciones
ministeriales, en Defensa y antes en otra cartera. Los llamados “falsos positivos”
fueron 3.345 jóvenes humildes secuestrados y asesinados, luego vestidos con ropas
guerrilleras y presentados como bajas de las FARC. De un lado los generales uribistas
buscaban a través de los medios desmoralizar a los rebeldes y del otro ganaban ascensos,
vacaciones, condecoraciones y recompensas.
Finalmente, el otro golpe que ayer debió
asimilar el presidente colombiano fue la feliz culminación del operativo humanitario
donde la guerrilla devolvió al periodista francés Romeo Langlois, de 35 años. En
el sureño departamento de Caquetá, una misión de la Cruz Roja Internacional,
la ex senadora Piedad Córdoba y el enviado el gobierno francés, Jean-Baptiste Chauvin,
pudo recoger al hombre de prensa. La comitiva había partido desde la capital del
departamento, Florencia en tres vehículos todo terreno y en un punto convenido con
las FARC recibieron a Langlois. Demostrando su fuerza en la zona rural, los insurgentes
hicieron un acto en el poblado más cercano, con presencia de sus habitantes y luego
de entregar a su prisionero volvieron a sus posiciones.
Guerrilleros
de las FARC en tareas cotidianas. La guerrilla cumplió sus palabras y
entregaron al reportero francés a la comisión mixta. |
PARA LAMENTO DE SANTOS, las primeras declaraciones
del liberado, ante la cadena Telesur (¿qué otra podría cubrir ese acontecimiento?),
dejaron en claro que había sido bien tratado y curado de una herida en un brazo.
“Me han tratado como un invitado, me han dado buena comida con lo que tenían, han
sido muy respetuosos”, expresó Langlois. Mera pregunta: ¿dirían lo mismo los 9.500
prisioneros políticos del Estado si en algún momento los dejaran salir de prisión?
¿O más probablemente relatarían las torturas, el mal trato, la nula atención médica,
la comida poca y horrenda, los juicios amañados y las condenas excesivas?
Puntos para las FARC
Langlois no fue secuestrado
por la guerrilla, como afirmó Santos y la parafernalia de agencias noticiosas internacionales
desde el 28 de abril. Seguramente con el correr de los días el propio afectado dará
su versión de los hechos, en formato libro o documental, para las empresas donde
trabaja: la TV France
24 y el medio gráfico Le Figaro. El Frente XV de la insurgencia informó dos días
después de la captura mediante un video donde habla su responsable de escuadra “alias
Monazo”. Dijo que en esa zona del Caquetá tuvieron un enfrentamiento de siete horas
con fuerzas del Ejército en Unión Peneya, municipio La Montañita. Que Langlois
iba vestido con ropa y casco del Ejército, y que faltando dos horas para la finalización
de los combates, salió corriendo, herido y se entregó como prisionero.
Desde cierto ángulo,
los militares reconocieron esa versión pues declararon que en determinado momento
del enfrentamiento, Langlois se quitó su casco, recogió las memorias de sus cámaras
y se fue. Los guerrilleros, tras criticar que el periodismo viaje “empotrado” con
las tropas del Ejército (modalidad que los norteamericanos emplearon con los medios
en la guerra de Irak), reclamaron como mínimo un debate nacional e internacional
sobre cómo opera el periodismo en estos conflictos y con qué objetividad o no informa.
El Estado colombiano
negó de plano tal debate. Amnistía Internacional y la SIP dijeron que la liberación del
francés no debía supeditarse de ninguna manera a tal debate.
Joaquín Becerra |
No es que las FARC
tuvieran la más mínima expectativa en que se pudiera montar un escenario estilo
Yanquilandia, con dos pupitres y la
TV cubriendo en directo la discusión. Lo plantearon en el sentido
que se sepa que Santos, como continuador de Uribe, tiene preso al periodista Joaquín
Becerra, de nacionalidad colombo-sueca y director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia-ANNCOL.
Becerra está preso en Bogotá luego de haber sido detenido en Venezuela (y lamentablemente
extraditado por el presidente Hugo Chávez). Y querían que se conozca la modalidad
de estos cronistas que viajan junto con las tropas como si fueran un soldado más,
plumas de dudosa imparcialidad.
EN LOS HECHOS SE DIO ESA POLÉMICA, entre
el 28 de abril y ayer 30 de mayo. Y el resultado fue favorable a la fuerza en armas
liderada por Timoleón Jiménez, alias Timochenko. Langlois, al ser liberado, desmintió
que el operativo antidroga donde él participaba haya dado con una gran cantidad
de drogas. Declaró que el laboratorio destruido ese día “era pequeño, contrario
a la imagen que dio el gobierno al señalar que se trató de una acción importante”
(Prensa Latina 30/5). Agregó que el periodismo debe seguir cubriendo el conflicto
armado interno pues la única forma de conocer la realidad. Esto debe ser interpretado
como que si no hay gente de prensa en el lugar, Santos presentará los hechos como
mejor le convenga.
La disparidad de criterios
se nota en la estadística de ese combate donde Langlois se entregó prisionero. Para
El Tiempo y EFE los muertos fueron un guerrillero y tres soldados. El Frente XV
dio otros números: “murieron tres rebeldes y uno más resultó herido, mientras que
la guerrilla causó la muerte a 19 militares y policías”.
No invisibilizar
Si se pone el foco
en las conferencias de prensa triunfalistas de Santos, luego que sus tropas asesinaran
a Alfonso Cano, por entonces comandante de las FARC, parecería que en cuestión de
días esta fuerza sería aniquilada.
Sin embargo, el resultado
militar y el político-mediático de la batalla reciente del Caquetá indican que tal
resultado es improbable. También se puede apelar a la reciente batalla en la zona
colombiana de La Guajira,
vecina a Venezuela, donde los frentes rebeldes 59 y 19 impusieron 12 bajas a las
tropas regulares. La extrema derecha colombiana, nucleada en torno al ex presidente
Uribe, insistió con sus infundadas denuncias de que los guerrilleros habían provenido
de territorio venezolano.
A fin de despejar
esos infundios y mantener sus discutibles acuerdos con Santos, Chávez ordenó que
3.000 efectivos de sus FAB custodiaran la frontera a fin de impedir el ingreso de
personas del lado colombiano.
Los rebeldes están
algo debilitadas luego de perder a varios jefes importantes en bombardeos del Ejército
con tecnología e información estadounidense. Pero no están a punto de desaparecer.
Este 27 de mayo se cumplieron 48 años de su fundación en Marquetalia por parte del
campesino Manuel Marulanda Vélez.
El comandante del
Ejército, general Sergio Mantilla, reporteado por Jineth Bedoya, de El Tiempo, admitió
que “este año hemos perdido cien hombres en el campo de combate, peleando, defendiendo
a los colombianos, y es injusto decir que murieron desmoralizados”. Colombia tiene
34 por ciento de pobreza (15.2 millones de habitantes) y 10,6 por ciento de indigentes
(4.3 millones), un foco de conflicto social que da margen de maniobra a las FARC.
Son las estadísticas oficiales del DANE (Red Voltaire, 18/5).
Más dificultades políticas
para Santos. Su vicepresidente Angelino Garzón, propuesto por él y lamentablemente
aceptado por sus colegas de UNASUR como candidato a la Dirección General
de la OIT en Ginebra,
sufrió una derrota humillante. Obtuvo sólo 7 votos y fue superado por el sindicalista
británico Guy Rider (25) y el francés Gilles de Robien (24).
LAS DECLARACIONES DE LANGLOIS a Telesur
ahondaron esa derrota política. “Ojalá el Ejército siga llevando gente a cubrir
zonas de conflicto y haya periodistas que también vayan con la guerrilla para mostrar
el diario vivir de los combatientes, porque este conflicto no es cubierto”, manifestó.
En otras palabras.
Se invisibiliza y demoniza al bando insurgente. Y para ello nada mejor que apretar
a periodistas. En lo que va de 2012 en Colombia han sido amenazados 26 periodistas,
cuatro han tenido que salir de región, y uno está en el exilio. Lo dijo alguien
insospechado de simpatía con los rebeldes: Andrés Morales, director de la Fundación para la Libertad de Prensa.