Joaquín Pérez, preso político en La Picota y víctima del terrrorismo judicial. |
Joaquín Pérez Becerra* / Director ANNCOL
Al menos, debo
reconocerlo, Diana Calderón, el pasado viernes en el programa Hora 20, puso en dificultades
al director del INPEC, Gral. Ricaurte. Una excepción rarísima en el cuarto
poder.
Aquí en
Colombia solo la versión de los poderosos es la que vale. Idiotas útiles y
prepagos son los que suenan las 24 horas del día. Un libreto armado en la
ejecutiva de los anunciantes.
Desde las 05:30
cuando la custodia abre celdas, comienza la bullaranga más terrible. Las dos
cadenas que dominan el mercado, alternadas, dependiendo del comensal o
comensales de turno frente al plasma, arrancan con los hechos nacionales e
internacionales. Farándula y novelas complementan esta programación circense.
Pantalla chica que refuerza lo difundido en la radio la noche inmediatamente
anterior.
Repiten y
repiten hasta que la teleaudiencia quede convencida de que lo que dicen es
cierto. No hay forma de controvertirlos. Periodista o reportero del centro y de
la periferia, no yerran en las líneas trazadas.
“En las
cárceles se delinque”, “desde las prisiones se extorsiona” otra de la FM grita
iracunda, “acaban de decomisar celulares y puntas como es posible que estos
bandidos posean esos aparatos”. Es la matriz que esta jauría de locutores,
columnistas y redacciones han construido.
“Ni pa' REMEDIO”
Y así es con
todo lo que huela a pueblo. Lo he dicho en reiteradas oportunidades. La cárcel
es el reflejo de lo que ocurre en el resto de la sociedad colombiana. Ni aquí
ni allá la salud no existe. Hace ya varios meses que no se ve a un galeno, vaya
este dicho “ni pa' remedio. Me refiero a los de CAPRECOM cuota del senador
Barreras. Tampoco sale bien librado, Sanidad/INPEC.
Abdón Espinosa,
escribió en su columna de EL Tiempo, cuando se enfermó de una gastritis, “Colsanitas
me atendió divinamente que avión ambulancia que atención” Y aquí, en la
Picota/ERON, primero hay que entutelarlos para que atiendan.
Ahora que Diana
permitió un debate sobre el hacinamiento y las fosas en la Modelo, la invito
para que amplíe a otras anomalías que padecemos los internos: pésima
alimentación (la proveedora, SERVIALIMENTAR), agua racionada..., etc...etc...
A los presos en
general, se nos agota la paciencia. No hay derecho callar más las graves
deficiencias que se suceden en las prisiones de Colombia. No voy a descansar
hasta que la población carcelaria, 114000, seamos tratados con dignidad y
respeto.
Sino, ¡¡¡que
abran las puertas de las cárceles!!!
*Prisionero de Conciencia, víctima de montajes e
informantes inducidos al servicio de la Fiscalía.