Panel de lanzamiento maestros en marcha, Bogotá
“Encrucijadas y perspectivas de los diálogos de paz”
Invitados: Piedad Córdoba, Carlos Lozano, Carlos Mediana Gallego,
Horacio Duque
Miércoles 28 de noviembre, 6 pm,
ADE Norte (Calle 25A No. 31-30)
El proceso Maestros en Marcha tiene el gusto de invitarlos al panel de
lanzamiento de esta propuesta de trabajo pedagógico y político, dirigida a
maestros y maestras de colegios y universidades, públicas y privadas.
Presentaremos los Encuentros Territoriales por la paz, una propuesta
desde los maestros para la participación social y popular en la solución
política al conflicto colombiano.
Las y los esperamos.
MAESTROS EN MARCHA
MANIFIESTO
Bogotá D.C. Septiembre de 2012
El Movimiento Político y Social Marcha Patriótica, es un proyecto en
construcción que se propone una sociedad diferente en la que se superen las
grandes desigualdades sociales y económicas, se derrote la hegemonía de las
minorías oligárquicas y apátridas que durante más de dos siglos han utilizado
el terror, la muerte, la corrupción, el clientelismo y todo tipo de artimañas
como instrumentos políticos para mantenerse en el poder e imponer un sistema
económico para enriquecer a unos pocos, consumir en la miseria a la mayoría de
los colombianos y, privilegiar el saqueo de nuestros recursos naturales al
mejor estilo de la época de la colonia.
En la actualidad hay más de treinta millones de colombianos que tienen
que vivir con menos de seis mil pesos al día, la salud se encuentra sumida en
la más profunda crisis y la educación atraviesa iguales condiciones. Todo por
cuenta de un régimen que prioriza el gasto en la guerra por encima de la
inversión social; por ejemplo, el gobierno nacional invierte algo más de 18 millones
de pesos anuales en un soldado para garantizar represión y muerte contra el
pueblo, mientras que en el estudio de un joven universitario invierte menos de
tres millones de pesos. De la misma manera, el gasto por estudiante en la
educación básica es de menos de un millón de pesos, lo cual es inferior a lo
que un rico invierte en un mes en educar a su hijo o a lo que gasta el
expresidente Uribe en uno de sus caballos de paso.
Los tratados de libre comercio con las grandes potencias extranjeras
acabarán en el corto plazo con lo poco de industria que tenemos y terminarán de
arruinar el campo colombiano, trayendo como consecuencia mayor desempleo y
miseria para nuestro pueblo. Adicional a este panorama de desolación y miseria,
este “modelo de desarrollo” está llevando a la destrucción de la naturaleza por
cuenta de un capitalismo salvaje y depredador.
La mayoría de los trabajadores, entre ellos los profesores, no cuentan
con ningún tipo de garantías. Hoy son muy pocos los que cuentan con estabilidad
laboral, seguridad social, pago de primas o de horas extra, derecho a
vacaciones remuneradas o a gozar de una pensión.
Por su parte, nuestros campesinos viven en condiciones de atraso y
pobreza, acompañadas de terror, muerte, desplazamiento y el despojo de sus
tierras para garantizar al gran capital la puesta en marcha de los grandes
megaproyectos, como el de la palma africana o el de la locomotora minera.
En contraposición a lo anterior, la Marcha Patriótica es un movimiento
en el que confluimos desde todos lo rincones de la patria: trabajadores,
campesinos, maestros, estudiantes, desempleados, amas de casa, jóvenes y en
general hombres y mujeres que hemos decidido hacer de la movilización del
pueblo, el instrumento fundamental de la lucha popular contra este modelo
injusto y arrasador.
Los hombres y mujeres que hacemos parte de este movimiento social y
político compartimos la idea de que la paz no puede ser otra casa que el
resultado de las reformas estructurales, tanto políticas como económicas, que
se requieren para superar las grandes desigualdades que hoy padece la sociedad
colombiana; entendemos la paz como la profundización de la democracia,
concebida ésta como la construcción de poder popular para garantizar que el
pueblo sea depositario de su propio futuro. De cara a la oportunidad para la
paz que se abre en la coyuntura, es fundamental que el conjunto de la agenda
social y política de los sectores populares, sea parte integrante del debate
nacional, con vocería propia, para alcanzar la paz con justicia social como
única forma de paz duradera, base insustituible de lo que es la solución
política al conflicto social, político, económico, ambiental, cultural y armado
que exige nuestro país.
Los maestros y maestras de escuelas, colegios y universidades que
hacemos parte de Marcha Patriótica, estamos comprometidos con la lucha del
pueblo colombiano por la paz; es decir, estamos comprometidos con la conquista
de la justicia social y la democracia popular como dos grandes objetivos de la lucha
del pueblo colombiano por alanzar la paz. En este sentido, para hacer más
eficaz nuestro aporte en esta lucha, las maestras y maestros nos organizamos en
MAESTROS EN MARCHA.
Un maestro en marcha es aquel que a partir de su ejemplo diario, su
empeño, su coraje y su compromiso con la educación del pueblo le apunta a
resolver los problemas. Maestro en marcha es el que desea tener una educación
que construya país, que contribuya a su desarrollo, que promueva la
autodeterminación de sus propias poblaciones y que niega el sometimiento e
intervención de potencias industriales y extranjeras dentro de las dinámicas
internas del país. Un maestro en marcha sabe que la independencia, es
incompleta, irreal y postergada. Comprende la necesidad de aportarle a una
segunda, real y definitiva independencia, con una educación pensada para
Colombia y hecha por Colombianos.
Un maestro que marcha lo hace por la esperanza, por la dignidad, por
un mañana que se vuelva un hoy. Marcha por el compromiso con la transformación
social, por la paz en todos los sentidos de la vida. Marcha por cambiar el
mundo malherido y dislocado que le tocó vivir. Marcha porque esta convencido de
que la esencia política debe volver a las escuelas. Un maestro marcha porque
sabe y necesita encontrarse con otros que tienen las mismas preocupaciones: el
salario, el trabajo, los chicos y chicas que intenta comprender y con los que
quiere construir cosas diferentes. Maestro que marcha porque consciente o
inconscientemente busca solidaridad y apoyo en su lucha de dignificación de su
profesión y, porque en lo profundo sabe que marchando, en el estar y en el
luchar con otros, podrá rencontrar sentidos para incidir y transformar vidas.
Maestros en marcha quienes intentan dar luces frente a interpretaciones
inadecuadas de la realidad, quienes desarrollan pensamiento autónomo pero de
carácter colectivo y que aportan herramientas de análisis y síntesis acorde a
sus propias condiciones, maestros que conciben la realidad de forma objetiva
sin discriminar puntos de vista posibles u emergentes. Maestros que no excluyen
por criterios raciales, de género ó de postura política, ideológica o
religiosa, maestros que defienden una educación basada en argumentos y en
contra de la injusticas cometidas por los opresores. Maestros que están con los
marginados y oprimidos, los sin voz, los exiliados de la historia, los
vilipendiados y maltratados, maestros que son pueblo.
Maestros comprometidos con la democratización real y efectiva. Un
maestro que no traga entero y que por el contrario se pregunta por contenidos,
métodos y metodologías, que se inquieta por prácticas, conceptos, aprendizajes
y enseñanzas acordes a las necesidades que las comunidades requieren. Un
maestro que es capaz de corregir si se equivoca, que toma posturas y decisiones
argumentadas y que vuelve a evaluarlas después de tomadas, que sabe escuchar y
propone soluciones a los conflictos, por ende, un maestro en marcha asume y
construye paz, debate y propone frente a problemáticas fundamentales que
afectan el país.
Un maestro llamado a construir un nuevo modelo educativo, que
introduzca los aportes de viejos modelos, desde Sócrates hasta Freire, rompe
los dogmas para encontrar lo mejor que este mestizaje nos ha dejado, no repudia
ningún saber y construye sobre lo construido, cede para lograr consensos pero
se mantiene firme ante sus principios. Como maestro en marcha conoce su
responsabilidad, sabe que la educación en palabras de Zuleta es un campo de
batalla, en donde pocas veces se gana y muchas se pierde, pero son éstas
últimas las que renuevan el compromiso del maestro que marcha por una Colombia
mejor.
Un maestro que marcha reivindica de manera especial los derechos que
comprometen las condiciones materiales de vida y de existencia de la población:
el derecho al trabajo, la educación, la salud, la seguridad social, la
vivienda, la cultura, la recreación y el deporte. Maestro que marcha es aquel
que lucha por la desmercantilización de la educación y reclama la plena
responsabilidad del Estado, sin intermediarios, sobre los principios de
universalidad, gratuidad y debida atención. Un maestro que marcha denuncia a
ese tipo de escuela que disciplina, controla y reproduce discursos hegemónicos
y universales inherentes al capitalismo globalizado. Un maestro que marcha
combate la descomposición social producida por la deshumanización del capital.
Los maestros en marcha consideramos urgente el fortalecimiento de un
sindicalismo clasista que reivindique a la clase trabajadora y confronte el modelo
neoliberal de explotación, que no permita la intervención extranjera y defienda
la autodeterminación de los pueblos.
Los maestros en marcha queremos que el mundo productivo y del trabajo
no desplace los sueños, la sensibilidad y la creatividad, que la escuela no
reprima ni castre al individuo. Queremos rescatar al sujeto sensible, al sujeto
soñador, al arquitecto de mundos. Los maestros en marcha tenemos el propósito
de reconstruir una nueva educación y el reto está en crear e imaginar otras formas
de ser, de educar, de vivir. Optar por organizar, pensar y repensar otros
mundos posibles en los que los principios básicos sean el respeto entre humanos
y el equilibrio con la naturaleza.
Un maestro en marcha se reconoce como intelectual orgánico, que piensa
haciendo y transformado realidades y no como simple reproductor
instrumentalizado por un modelo de sociedad. Por esto Maestro, Maestra, la
invitación es a seguir marchando, estudiando y organizando unidos, pues aún
queda mucho camino por andar.
¡Por una educación con carácter popular y de masas que permita soñar y
proponer un sistema económico diferente sin explotadores ni explotados¡
¡Por la segunda y definitiva independencia!
¡Porque educar es crear voluntades!
¡Somos MAESTROS EN MARCHA!